EL CRIMEN DE LOS MARQUESES DE URQUIJO

EL CRIMEN DE LOS MARQUESES DE URQUIJO

Aprovechando que vuelve a estar de actualidad, tanto por el libro que se publicó recientemente, “Las otras víctimas del crimen de los marqueses de Urquijo”,   de Macarena Lopez-Roberts y Angie Calero,  como por el fallecimiento de Juan de la Sierra, vamos a recordar este crimen que golpeó a la alta sociedad española en los años 80. El país se levantaba conmocionado con la noticia del doble asesinato de los marqueses en un momento en el que no se hablaba de estos temas como se hace ahora. Se especuló mucho sobre el tema, se escribieron muchos libros, se hicieron multitud de programas de televisión e incluso se llegó a rodar una película.  El morbo estaba servido en aquellos tiempos en los que la información llegaba con cuentagotas.

Quiénes eran los marqueses

María Lourdes de Urquijo y Morenés, marquesa de Urquijo y su marido Manuel de la Sierra y Torres, millonarios y propietarios del Banco Urquijo, aparecieron una mañana asesinados a tiros.  El lugar del crimen fue su chalet de Somosaguas, en Madrid.  La fecha del asesinato fue un 1 de agosto de 1980, en un momento en el que se estaba preparando la fusión entre el Banco Urquijo y el banco Hispanoamericano.  Se dijo que el marqués se oponía a dicha fusión. El principal sospechoso y único condenado como autor material del crimen de los marqueses de Urquijo fue Rafael Escobedo Alday, yerno de los marqueses.

La sentencia en el crimen de los marqueses de Urquijo

Pero el caso no quedó resuelto, pues aunque la sentencia   atribuía la autoría a Escobedo, el célebre párrafo recogido en ella decía: “Solo o en compañía de otros”.  Esta frase evidenciaba que no se había podido clarificar, durante la instrucción del caso ni en la vista oral, si Rafi había actuado con la ayuda de más personas.  Con ella se abría la caja de las infinitas especulaciones.  Todo giraba en torno a quiénes eran estas personas que pudieron colaborar en el crimen y por qué no fueron condenadas también.

La persona de Rafi Escobedo, el condenado

Rafi Escobedo alimentó durante mucho tiempo ese morbo.  Con su cara de niño bien abandonado a su suerte, en un primer momento se declaró inocente.  Sin embargo, poco después cambió su versión y confesó su autoría, dicen que  presionado por la policía.  En todo caso esto le llevó a acabar en la prisión de El Dueso (Cantabria), condenado a 53 años de cárcel.  Aunque solo cumplió cinco, pues terminó suicidándose.  Su abogado Marcos García Montes, sin embargo, siempre defendió que fue envenenado, pues la autopsia reveló que había cianuro en sus pulmones.

Pero lo cierto es que con su muerte quedaron abiertas miles de incógnitas, que nunca se han desvelado. Esto pudo ser debido a la razón que el propio Rafi apuntó al periodista Jesús Quintero, en una entrevista que este le realizó poco antes de su muerte.  Lo que señaló fue que “ni se ha investigado ni se va a investigar”, “porque no interesa conocer la verdad”. Lo que está claro es que la investigación del crimen presentó circunstancias, como mínimo, raras desde el inicio.  Entre otras cosas, desapareció del juzgado la declaración de Escobedo, entre otras anomalías que trataremos en otros post.

A Rafael lo detuvo la policía al encontrarse en la finca de su padre unos casquillos de bala similares a los que se habían utilizado para dar muerte a los marqueses.  Sin embargo, este punto nunca se pudo verificar porque el arma no se encontró.  Esta es otra de las circunstancias anómalas que rodean el caso.

Hoy más que nunca, con el fallecimiento de Juan de la Sierra, heredero del marquesado, el crimen de los marqueses de Urquijo,   está más lejos de resolverse.   Cuatro décadas después, sigue dejando incógnitas, que iremos analizando en otros post relacionados con los crímenes y las novelas de misterio.